Macro Relatos en las palabras que quieras :)

Para todos los socios y foreros en tierra de nadie, o con espíritu bohemio

Moderador: Zorromono

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HORAC4
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Macro Relatos en las palabras que quieras :)

Mensaje por HORAC4 »

Soy un hombre de suerte: tengo trabajo y soy un profesional. Si bien atravesé aciagos períodos de desempleo, en general pude resistir tenazmente a la depresión que representa buscar trabajo a través de los avisos clasificados del diario, ese casting humillante que para mí siempre actuó contraproducentemente. Sé de lo que hablo: a los veinte estuve mañanas enteras en esas colas invernales, con mis mejores ropas y mi afeitada al ras. El paisaje es, por donde se lo mire, funesto. Y mucho más cuando el aviso pide "señorita joven, buena presencia". Minifalda y botas, rouge cargado y olor a perfume barato son el degradante combo de la desocupación. Las miradas son espadas que comparan. Las filas desesperadas como obscenas muecas del capitalismo salvaje y la intrincada sensación de que cada compañero, cada integrante de la cola, es también un enemigo. Las conversaciones giran en torno de la crisis, del callejón sin salida, las agencias de trabajo truchas. Las historias pasan de lo tétrico a lo tierno y viceversa.
De pronto compruebo que todos necesitan el trabajo mucho más que yo. Todos tienen hijos pequeños y madres enfermas. La cola es un patíbulo. Siento vergüenza por mí y por esa pobre gente y por el país. Por el recorte del diario doblado en el bolsillo de mi gabán, por mis zapatos Grimoldi, por la aversión que me causa esta situación.
La miseria me delata: soy un infeliz. Ni siquiera puedo admitir que odio a esa manga de desesperados. Interiormente sé que tengo mucho más recursos que ellos, yo solo busco trabajo para pagar mi universidad. Tengo terror de contagiarme sus derrotas. Soy un infeliz, 32 años despues sigue ese sentimiento pero ahora me atormenta por el temor a comenzar la historia nuevamente...
El cura que ha de darme la extremauncion no es todavia monaguillo :)
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Re: Macro Relatos en las palabras que quieras :)

Mensaje por HORAC4 »

La primera eyaculación era un tópico medular que luego sería reemplazado por el debut sexual. Sabía moverme por la vida: era un chico aplicado pero rebelde, inteligente pero revoltoso. Estudiaba con esmero pero aflojaba los tornillos de las rueditas del piano de la sala de música. Todavia las chicas no existían para mí hasta ese momento pero aparecieron.
El barrio era un terreno cargado de mitología, un mapa erótico que incluía una ninfómana que atendía casi gratis en el galponcito de la estación de servicio YPF de gaona y rosales, una pupila del colegio de monjas –Norma o Nora, no me acuerdo– que hacía maravillas con las manos y Esteban, el hijo del diariero, que el día que cumplió once años las chupó de a dos a la vez. Gay era, para nosotros, apenas el arquero de Independiente, una figurita. Esteban era puto y enseguida se mudó a Villa Martelli.
La ternura puede ser áspera, obscena. Eramos chicos que crecíamos enchastrados en una picaresca lasciva y feroz. Eramos ángeles endemoniados que buscábamos la palabra concha o pija en el diccionario, que les teníamos terror a las chicas, que hacíamos cargadas por teléfono. Capaces de humillar a un vecino que tenía el síndrome de Down (“mongólico”, decíamos) y de tirar triangulitos y petardos por la ventana que daba a la pieza del temible sordo de los monoblocks. Creo que secretamente todos nos avergonzábamos de nuestras fechorías. Pero juntos potenciábamos la crueldad. Supe temprano que la mayoría de mis conductas de aquellos años estaban determinadas por los miedos. Los doce son una edad fronteriza, clave. Estaba a punto de ingresar al secundario, y eso me provocaba pánico. En mi casa me sentía protegido y en la calle, mal que mal, también. Mis amigos eran una red despiadada, pero leal y divertida. Me acuerdo perfectamente de las sensaciones que me envolvían por entonces. Y me acuerdo qué pasó en noviembre de 1972.
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Re: Macro Relatos en las palabras que quieras :)

Mensaje por Cantabruco »

Era disléxico. A Don Vicente esa posibilidad ni siquiera se le había pasado por la cabeza. Para el viejo maestro de Pámanes sólo era un niño “torpe” como tantos que había tenido en sus cuarenta años de magisterio.

Daniel era zurdo y eso a Don Vicente no le daba muy buena espina. No le ataría la mano a la espalda como hizo a otros niños hasta bien entrados los años setenta pero a él no le convencían todas esas nuevas teorías educacionales, - pamplinas- decía.

De todas formas por torpe que fuera el niño Don Vicente le enseñaría. Siempre lo había hecho. Daniel saldría del colegio con los conocimientos imprescindibles que toda persona debe saber para ser hombre de bien. Le enseñaría matemáticas, algo de historia, los principales ríos de España con sus respectivos afluentes. Le enseñaría a tener una ortografía correcta, el credo de la misa, las bienaventuranzas, la letra del himno nacional y que los rojos van al infierno.

Daniel apenas recordaba a su madre. Recordaba vagamente como le mesaba el cabello sonriendo dulcemente después de bañarlo y recordaba también el frío terrible que sintió la fatídica noche en que su madre se fue en sangre mientras paría a Cecilia. Su madre le había dicho que él iba a cuidar a la hermanita o hermanito que venía en camino, que, como hermano mayor, tenía que enseñarle todo lo que él sabía. Y eso le hacía mucha ilusión. Pero Cecilia había nacido muerta.

Desde entonces la casa estaba muy vacía. Daniel ayudaba a su padre con la media docena de vacas que tenían, con la cerda y la huerta. Demetrio, el padre de Daniel, hablaba muy poco, hacía algunas chapuzas de albañilería y los ratos libres los pasaba en el bar de Sindo jugando a la flor, al tute o al mus.

Cuando Daniel acabó la EGB después de repetir dos cursos, Demetrio lo mandó a casa de su hermana Aurora que vivía en Solares a estudiar FP. Daniel quería hacer automoción pero Demetrio lo apuntó en electrónica que tenía más salida.

En el instituto vivió sus momentos más felices. En una verbena de las fiestas de Liérganes, ayudado por dos anises y una copa de coñac, juntó el valor suficiente para pedir salir a Ana a la que tenía echado el ojo desde el primer día de clase. Desde ese día fueron inseparables.

Mientras tanto Demetrio tuvo que vender la vacas. La entrada en la CEE acabó con las economías mixtas y Demetrio se puso a trabajar en la construcción para un contratista con el que ya hacía chapuzas ocasionales.

Daniel estaba ya en tercero cuando sucedió. Su padre se cayó desde el tejado de un edificio de siete plantas, no llevaba arnés de seguridad y además en la autopsia arrojó una tasa de 0,83 mg/l. de alcohol en sangre. En el juicio posterior, el aparejador, el encargado de la obra y el contratista fueron condenados a dos años de prisión por no hacer cumplir las normas de seguridad e higiene en el trabajo, pena que no cumplieron por carecer de antecedentes.

A Daniel se le daba bien eso de la electrónica. Había vendido la casa de Pámanes y ciento y pico carros de tierra y planeaba ir a vivir a la capi cuando acabara la efepé. Quería poner una tienda de reparación y venta de electrodomésticos con su amigo Gus.

En su último año hicieron una excursión por la vía inacabada del ferrocarril Santander-Mediterraneo, el túnel de la engaña y la ribera del Pas. Pasó la mañana de la mano de Ana, comieron unos bocadillos de lomo y tortilla que les había preparado la tía Aurora. Por la tarde, Daniel se fue con los chicos y Ana con las chicas, no querían ser empalagosos y estar todo el día juntos. A la hora de coger el autobús en Alceda para volver a casa faltaban tres de las chicas. Las esperaron un rato largo hasta que dos de ellas aparecieron corriendo, no paraban de gritar, -¡Ana se ha caído al río!, ¡Ana se ha caído al río!.

Cuatro días más tarde unos niños jugaban en el Abra del Pas. Uno de ellos chutó un balón demasiado fuerte y cayó al agua. Al ir a recogerlo, entre unos juncos, encontraron el cuerpo de la chica. Los peces le habían comido los dedos, los ojos y parte de la cara.

Al terminar el curso su amigo Gus se apuntó al ejercito profesional y fue destinado al Escuadrón de Vigilancia Aérea de Rosas en Gerona. Daniel se puso a trabajar con un primo de su padre que hacía reparaciones eléctricas a domicilio en Santander.

Un día, haciendo una chapucilla en Dávila Park conoció a Mari, se le insinuó mientras Daniel le instalaba unos halógenos en el salón, -creía que esto sólo les pasaba a los del butano- pensaba él.

Quedaron durante un par de semanas y Mari le dijo que la había dejado embarazada. Daniel se había comprado un apartamento en Liencres con el dinero que le quedó de su padre y al mes se casaron y allá se fueron a vivir.

Siete meses más tarde de haberse conocido, Mari dio a luz a Diego, un bebé hermosísimo de cuatro kilos doscientos gramos. Esto desató las habladurías de la vecindad, -¡Un sietemesino de cuatro kilos! ¡Dónde se ha visto eso!

Daniel estaba muy feliz con su hijo y si sospechó algo jamás lo dio a entender. –Vaca que pare en casa el jato es tuyo- decían en su pueblo. Su hijo compensaba todos los reveses que la vida le había deparado.

Mari trabajaba en una fábrica de tintes para cuero y se tiraba a la mitad de la plantilla, le daban igual altos que bajos, gordos que flacos, obreros que jefes. Pero Daniel vivía feliz criando a Diego que, según su madre, -se le parecía mucho-, -sobre todo en le hoyuelo de la barbilla.

Una tarde Daniel volvía en coche de trabajar cuando, bajando “la picota”, se cruzó con una mujer que conducía mientras hablaba por el móvil con una amiga.

Daniel Cotero fue contabilizado como la víctima mortal número 86 de la operación retorno de aquella Semana Santa.

Cantabruco.
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Re: Macro Relatos en las palabras que quieras :)

Mensaje por HORAC4 »

:o_0: :o_0: :o_0: :o_0: te falto, y a diego le cayo la pena maxima, la guillotina y a la madre la violaron los vampiros :o_0: :o_0: joé que tetrician!!!!!!!! ja ja ja
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Re: Macro Relatos en las palabras que quieras :)

Mensaje por Cantabruco »

Es que me baja mucho la serotonina después de una kedada y ese es mi estado de ánimo...
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Re: Macro Relatos en las palabras que quieras :)

Mensaje por HORAC4 »

:buf: :buf: :buf: cambia el coco!!!!!!!!!! :rojo2: :rojo2: :rojo2: alegrate por los "buenos" momentos pasados y los que pasaran!!!!!!!!!! :|(: :|(: :|(:

Venga, a reponserse rapidito :D: :D: :D: :D:
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