A las cinco de la tarde tuvo un presentimiento y la absoluta certeza de que iba a morir de inmediato. Empezó a sudar, luego sintió un retortijón en el estómago y acabó cagándose las patas abajo, literalmente. Entró en un bar, fue directo al servicio, se sentó en la taza del water para terminar la faena, cogió el rollo de papel higiénico y, en lugar de limpiarse el culo, no pudo contenerse y comenzó a escribir allí con la intención de explicar su azarosa vida y manifestar su últimas voluntades. Solo escribió “fue una hora antes de que ordenara ejecutarme”. A las seis le encontraron muerto, en un charco de sangre y mierda, con un puñal clavado en el pecho.
Zorromono
Última edición por Zorromono el Mar Ago 23, 2011 8:11 am, editado 1 vez en total.
Apenas había terminado su trozo de tarta cuando fijó la vista en la ventana abierta. El sabor del chocolate negro le recordó que era un día especial. Quizás un cumpleaños, quizás el suyo, quien sabe. Solo sabía que se sentía bien, como siempre que le visitaban. Seguramente saldrían a pasear por el jardín a tomar el calor del sol de las tardes de invierno que tanto le gustaban. Eran cosas sencillas, pero no le puedes pedir más a la vida cuando casi rozas la centena. Por fortuna los años no podrían borrar de sus ojos sus sentimientos. Aunque no podía recordar su nombre, sabía que ella siempre había estado a su lado cuando la había necesitado. Dame un beso hija.
------------------------------------------------- Un dia menos para jubilarme socio club venox nº 240
Llegué minutos antes de la hora señalada al sitio acordado, en el parque, junto a la fuente de piedra, debajo del olmo grande. Me senté en un banco de madera. Una caja de cartón era el signo distintivo. Saqué de mi mochila un modelo plegable. Lo armé allí mismo. Me lo puse en la cabeza. A la altura de los ojos, con mis propios dedos, le hice un par de agujeros. Miré a través de ellos y, temblando de expectación, esperé. No la vi llegar pero sentí el suave roce de una mano contra la mía. Me giré y allí estaba ella, tan guapa como la había imaginado, con su bolsa de El Corte Inglés cubriéndole por entero la cabeza.