La cadena acababa de tragarse (enterito) todo el patín de la cadena. El concesionario, Automotor 2 S.L., en Castellón capital, lejos de apoyarme en una situación tan delicada (podía haberme matado…) se dedicó a echar balones fuera con toda la impertinencia de la que es capaz de generar el impresentable del encargado de repuestos (un tal Jorge, creo). Al final tuve que comunicarme directamente con Carlos Wang (algunos miembros de este foro lo conocen) quien finalmente desautorizó al responsable de repuestos del concesionario antes referido, asumiendo íntegramente el coste del patín.
Lejos, por tanto, de una lógica revisión post-accidente, donde probablemente se hubiese podido detectar el problema que luego diré, el concesionario se lavó las manos y naturalmente, mi moto, jamás volvió a pisar aquel local.
A raíz de aquel problema, y ahora, atención, porque viene lo verdaderamente interesante, la cadena, adquirió una holgura parcial únicamente manifiesta en aquel grupo de eslabones que sufrió el enganchón (sólo los que coincidieron con el piñón). Por tanto, desde aquel momento, tuve un problema, el cual me daría no pocos quebraderos de cabeza y de difícil diagnótico.
1. La cadena, después de haber sido tensada, según donde quedaban ese grupo de eslabones “sufridos” parecía destensada o perfectamente tensada, con lo que (siendo yo quien, personalmente efectuaba el tensado) me quedaba una extraña sensación de que algo iba mal, pero sin saber exactamente qué ¡
2. A consecuencia de lo indicado en el punto 1. ocurría que la cadena daba leves tirones sobre el basculante de forma alterna (rueda trasera) , lo cual se traducía en una vibración de la dirección (rueda de delante) . Por ej. Al llegar a una rotonda, soltando todo el gas para entrar a la velocidad adecuada, si levantaba levemente las manos de las manetas, la dirección comenzaba a vibrar peligrosamente, obligándome a sujetar de inmediato la dirección ya que de lo contrario, la vibración era cada vez mayor, con el peligro inminente de caída.
3. El trazado en curvas y rotondas era irregular, inestable y con una permanente sensación de inseguridad que daba la impresión de que ibas a caerte de un momento a otro.
Todo esto, durante 6 largos años.
Disfrutando y sufriendo a la vez.
Un verano, paranóico perdido, me dio por desmontar la rueda trasera, amortiguadores, y el basculante con intención de encontrar el fallo en los rodamiento del eje del basculante. Cuando ya lo había comprado, comprobé, no sin cierta perplejidad, que el juego del rodamiento original era exactamente el mismo que el juego que presentaba el nuevo rodamiento, por lo que comprendí que el problema de la vibración en la dirección no estaba en esa zona de la moto.
Tras mucho pensar y observar (cuando tenía la moto en alto, sobre caballetes, y la rueda giraba libremente en 2ª, se veía perfectamente como el basculante oscilaba hacia la izquierda con una frecuencia sospechosa y que permitía descartar de entrada que el problema estuviese en el mismo piñón o en la corona, pues la frecuencia de oscilación hubiese sido mayor.) llegué a la inequívoca conclusión de que todo el problema radicaba en aquel grupo de eslabones que habían sido sometidos a un sobreesfuerzo mayor que el resto, lo cual le daba a la cadena una extraña propiedad de estar tensada y destensada a la vez.
Ayer, preparando a mi infalible Venox para pasar la ITV, cambié el neumático trasero y por propia iniciativa pedí el cambio de la cadena. (sólo de la cadena. El mecánico me miraba como si tuviese ante sí a un demente caprichoso e insistia en cambiar todo el grupo, incluido piñón y corona, a lo que naturalmente me negué porque no era necesario).
Bingo. Acerté. El problema era la cadena (concretamente el grupo de eslabones que había sufrido más que el resto). La prueba me llenó de rabia y satisfacción a la vez. Podía soltar la dirección sin las dos manos y la moto iba fina total, sin vibración alguna.
Las rotondas las tomaba, como si de repente me hubiese transformado en Jorge Lorenzo, ya que la ausencia de esos “tironcitos” me daban toda la seguridad y estabilidad que no había tenido hasta ese momento.
Por fin terminaba para mi una pesadilla física y psicológica que había durado 6 largos años de insatisfacción (por saber que algo iba mal, pero sin saber exactamente el que) y placer a la vez de conducir posiblemente una de las mejores máquinas de 2 y ½ del mercado. Lástima que la ITV la haya pasado, digamos que forzado por la posible transmisión a un concesionario – tal vez Yamaha – quien podría quedarse a la Venox a cambio de una flamante XVS1300A Midnight Star. Todo depende de lo que digan los números finales…
Es post sólo pretende ser el necesario desahogo tras una larga historia y una ayuda a quienes pudieran haber sufrido un problema similar, para que no divaguen buscando el problema allí donde no está. Y por supuesto, este post sirve, naturalmente para reiterar el inevitable desprecio que me merece el impresentable e (i)responsable de repuestos de Automotor 2 S.L. - Castellón, el cual no merece ocupar el cargo de responsabilidad que ostenta, ya que es supuesta y manifiestamente incapaz tanto técnica como humanamente. Lo siento por él.
Ya se que ha quedado claro que si no cuento todo esto reviento. Lo sé y, agradezo toda vuestra atención.
