Salí de Coruña por la N VI en dirección Madrid hasta llegar a Betanzos, allí me desvié hacia Curtis, atravesando Oza dos Ríos, Vilasantar, etc... ;la idea es rodear el Embalse de Portodemouros pasando por Arzúa, Vila de Cruces y Melide, donde haría una parada para referescarme un poco y emprender el regreso igualmente por Curtis.
Decidí esta ruta tras ver en el google maps (¿como hemos podido vivir sin él?) los bonitos paisajes y las reviradas carreteras que había en todo el embalse de Portomouros, sólo quedaba hacer cáculos : 180 y pico km., o sea, entre unas cosas y otras, un depósito: perfecto.
El primer tramo de la ruta (Coruña-Curtis) era un simple trámite pues es una carretera muy machacada ya por mí y sobradamente conocida, lo interesante es ir descubriendo sitios nuevos cuando sales solo, pues el no ir en grupo te dá la libertad de variar el trazado y parar donde y cuando quieras, aunque, claro está, pierdes la seguridad y la agradable sensación de compartir tus vivencias in situ con tus compañeros.
Siempre me tomo estas salidas sólo como pequeños "cursos" de pilotaje, me concentro mucho más en la conducción, en ir mejorando mis habilidades y en perder un poco el miedo a la velocidad (dentro de un límite de seguridad, claro). Todo esto, mezclado con los paisajes hace que el tiempo se pase rapidísimo, sólo mi culo me recordó que al final de la jornada llevaba ¡3 horas y media en moto!
Una vez en Curtis, tomé la carretera hacia Santiago, un asfalto fantástico con curvas suaves que permitía pillar bastante velocidad y hacer los trazados con seguridad al mismo tiempo. Me desvié haciá Arzúa despues de recorrer unos 25 km y recorrí una carretera de firme un tanto irregular que me recordó la dureza de los amortiguadores de la Venox, en la próxima salida pienso ponerlos todo lo blandos que pueda, porque la verdad, en cuanto sales del asfalto bueno.... te machaca.
La carretera rompe-culos (unos 15 km) enseguida dió paso a un mejor firme que me llevó atravesando granjas y pastos hasta la entrada mismo de Arzúa. Comento que durante este tramo no me crucé más que con un par de BMW GS (parece que las regalan...), ni un solo coche.
El día iba mejorando, incluso me sobraba ya ropa de abrigo, es en estos momentos donde el gasto en el equipo te compensa, pensé que me iba a achicharrar, tenía mucho calor, pero transpiraba perfectamente, ni una gota de sudor. Dinero bien gastado.
Una vez en Arzúa hay un indicador en el centro del pueblo que avisa del desvío hacia el embalse, lo tomé y en unos 15 minutos ya estaba atravesando el embalse y disfrutando de las primeras vistas. Probablemente volveré a revisar la zona, porque la carretera por la que continué iba separándose del embalse en dirección Vila de Cruces, y me apetece "pegarme" un poco más a los márgenes del lago para disfrutar más de las vistas.
Vista del embalse de PortodemourosCuando llegué a Vila de Cruces parecía un pueblo fantasma, la verdad, era super inquietante atravesar el pueblo y oir sólo el ruido de tu motor, no había señales de vida por ninguna parte. Al salir de Vila de Cruces, hay que tomar un pequeño desvío hacia Tuiriz, mal señalizado, que me llevó atravesando montes y prados preciosos, sin duda esto era lo que estaba buscando, 20 km de tranquilidad y verde de todas las tonalidades. Además el asfalto era estupendo y no había tráfico en absoluto, pero NADA.
Esto era lo que veía por mi retrovisor, ¿no es una maravilla?Era el momento de soltar el acelerador y disfrutar al máximo de la temperatura, el aire y el olor, es decir, de todo eso que nos perdemos cuando vamos en coche. Incluso paré un ratito a estirar las piernas, fumarme un cigarrito de puro placer y lamentarme de no tener una cervecita y un bocata para hacerme un picnic, bueno, otro día será...
A pocos km de Agolada me desvío por la PO -840 en dirección hacia Melide, una carretera que pedía estrangular el puño de la Venox, y tengo que reconocer que dió todo lo que tenía, eran las condiciones ideales, asfalto buenísimo, caliente y seco, y muuuuuchas curvas suaves y largas, llegué a Melide en muy poco tiempo mientras rezaba que no hubiese radares ocultos...
Algo que no sabia de Melide es que es un punto de reunión de motos, porque estaba plagado de ellas, sobre todo de tipo R, de hecho mi Venox parecía una chavalita rockabilly perdida en un concierto tecno.
Muchas motos y muchos peregrinos en busca de pulpo, la tentanción de comerme una racioncilla planeó sobre mi cabeza, pero eso es algo que tengo reservado para alguna rulada en compañía, porque hay cosas que uno no debe hacer solo (Arcay, Temujin y los que se apunten... chicos, tenemos un pulpo pendiente...).
Apuré la cervecita mientras observaba a los moteros como hablaban de los Akrapovic, que pensaba yo que era el magnate ruso dueño del Chelsea y resulta que son unos tubos de escape que dan mucha conversación, fíjate lo que aprende uno yendo en moto. Lo dicho, acabé la cervecita, me pertreché el equipamiento y me dispuse a afrontar una hora de regreso hasta coruña, que al igual que la ida, se me hizo más aburrida porque ya conozco muy bien la carretera. Aproveché para recordar los nombres de lugares por los que había pasado, Dombodán, Merlín, Chorén, Trasmundi... joder, con nombres como estos, como no van a ser sitios bonitos...
LLegada a casa, todavía con tarde por delante (horario de verano, bienvenido), con algo más de callo en el culo y con ganas de contároslo para que me acompañeis en otra ocasión.
¡¡Un saludo a todos!!
jo que paisaje 
